Con la celebración de la asamblea de ayer se subsanan los defectos formales que provocaron la anulación de la convocatoria llevada a cabo en agosto de 2019
La asamblea general extraordinaria de socios de la Asociación Mesa de la Ría eligió por unanimidad a Juan Manuel Buendía como presidente de la organización, refrendando el resultado de agosto de 2019, que fue anulado por el juez de de primera instancia número cinco de Huelva.
En aquella ocasión, el
juzgado estimó que se debió convocar en la asamblea a los asociados que no
estuvieran al corriente de pago en las cuotas de la organización, cosa que se
ha realizado en esta ocasión, con lo que a juicio del presidente reelegido,
Juan Manuel Buendía, “eliminará todas las dudas sobre la legitimidad de esta
junta directiva para dirigir la asociación Mesa de la Ría a partir de hoy”.
La asociación presidida por
Buendía está compuesta por los concejales de Mesa de la Ría, Francisco Romero y
Rafael Gavilán en los cargos de secretario y tesorero, respectivamente. Al
mismo tiempo, Laura Limón ejercerá la vicepresidencia de la organización. Las
vocalías estarán ocupadas por Eva María Romero, Daniel Prieto, Isabel Brito y
José Carlos Mélida.
Para Buendía, “a partir de
ahora se abre un nuevo camino en el que una vez normalizada la situación
institucional Mesa de la Ría pueda seguir desarrollando, como ha sucedido en
los últimos quince años, su ingente labor en defensa de la salud, el medio
ambiente y el bienestar general de la población de Huelva”.
A partir de este momento, se instará a la Junta de Andalucía a que lleve a cabo la anotación registral de la nueva junta directiva, cuestión que de resultar infructuosa, por requerir la firma del que fuera presidente hasta enero de 2019, se solicitará a través de la vía judicial, lo cual no es lo más deseable ya que “retrasaría innecesariamente todo el proceso”, según palabras de Juan Manuel Buendía. En este sentido, cabe recordar que la junta directiva actualmente inscrita, presidida por Aurelio González, cuenta con todos sus cargos caducados desde enero de 2019.
