La organización considera que la contundencia de los argumentos esgrimidos hacen inviable la Autorización Ambiental por parte de la Junta de Andalucía
Vista aérea de la zona 3 de las Balsas de Fosfoyesos/Mesa de la Ría
04 febrero 2022.- En un extenso y meticuloso documento,
Mesa de la Ría ha presentado casi un centenar de alegaciones contra el proyecto
de Fertibera para las balsas de fosfoyesos, en las que se pone de
manifiesto la “absoluta inviabilidad técnica y jurídica” del plan propuesto por
la empresa de fertilizantes, pues básicamente consiste “en un simple tapado
superficial con una capa de tierra de los residuos”, según palabras del
portavoz de Mesa de la Ría, Rafael Gavilán.
Para Mesa de la Ría, el
“despropósito” planteado por Fertiberia supone que 800.000
camiones cargados de tierra recorran la provincia onubense y descarguen
dicho volumen de material sobre unas marismas que ya han superado
muchísimo su capacidad portante para soportar el peso y la presión a la
que están siendo sometidas. Hay estudios de la Universidad de Huelva, que han
sido aportados como pruebas, que revelan que la magnitud de la
presión soportada por la marisma, un terreno blando y fangoso, va a hacer que
en cualquier momento el apilamiento de fosfoyesos colapse y se desparrame al
cauce del río Tinto, con lo que el desastre medioambiental y económico
alcanzará unas magnitudes hasta ahora desconocidas en nuestro país. “No
olvidemos que con toda seguridad la navegabilidad del río Odiel quedaría
gravemente comprometida, con lo que esto supondría para el tráfico portuario,
uno de los motores más importantes de la economía onubense”, ha advertido
Gavilán.
Otros estudios de la
Onubense, a los que se hace referencia, aclaran que el acopio de agua por
parte de las balsas procede de la acción de las mareas, y no procede del agua
de lluvia como argumenta Fertiberia, con lo que un simple tapado
superficial no va a servir para evitar que se produzcan sine die filtraciones
de elementos perjudiciales para la salud, como el arsénico, a la ría.
La incongruencia del
encaje urbanístico, que ahora el Ayuntamiento opina de manera favorable sobre
esta cuestión, mientras que en 2015 y 2007 resolvió negativamente, es otro de
los argumentos “de peso·” alegados por Mesa de la Ría. Es un despropósito, desde
el punto de vista jurídico, que ahora se diga que el proyecto es
compatible con el PGOU de la ciudad, cuando en ocasiones anteriores, con la
misma normativa de aplicación, no lo era, asegura Gavilán.
El resto de
alegaciones, hasta superar el medio centenar, se refieren a aspectos
de salud pública, a la ausencia de actuaciones previstas para la zona
4 de las balsas (que ocupa casi unas 300 hectáreas) así como a la inexistencia de
informes y estudios adicionales necesarios para la aprobación del
proyecto.