Hoy miércoles 23 de marzo en la Plaza de las Monjas a las 19 horas
MANIFIESTO CONTRA EL ALZA
DESCONTROLADO DE LOS PRECIOS
La
sociedad española vive con una profunda preocupación y gran malestar la
escalada desbocada de los precios que desde hace meses sufrimos en nuestro
país. El pasado mes de febrero la inflación alcanzó una nueva cifra histórica
situándose en el 7,6%, su nivel más alto desde 1986. La tensión de los precios
de la electricidad, gas, los carburantes y otras materias primas se está
trasladando al precio del resto de bienes y servicios que ya suben de forma
generalizada. Las perspectivas no son buenas. Toca actuar con celeridad.
El
deterioro de las condiciones de vida de familias y personas trabajadoras y consumidoras,
del tejido productivo, y del conjunto de la ciudadanía, es muy palpable. Mes a
mes las facturas de la luz, la calefacción, la gasolina, los alimentos, la
vivienda o el transporte aumentan y detraen cada vez más y más recursos.
El
conjunto de la sociedad está sufriendo esta situación, pero es la población más
vulnerable, la que no llega a fin de mes o lo hace con dificultades, quienes la
padecen de forma más cruel. La desigualdad y la pobreza eran problemas urgentes
antes de que se iniciar esta escalada de los precios. En esta situación, estos
problemas, que tienen rostro, que tienen nombres y apellidos, deben abordarse
de manera inaplazable.
Al
mismo tiempo, mientras el oligopolio de las empresas multinaciones energéticas
saca tajada en este escenario, y obtiene beneficios históricos, millones de
consumidores y usuarios, cientos de miles de pequeñas y medianas empresas y de
autónomos, o los sectores productivos de alto consumo energético, se están
viendo perjudicados por este aumento disparado de los precios.
Todo
hace prever que la injustificable guerra iniciada por Rusia con la invasión de
Ucrania tendrá como consecuencia una aceleración de la inflación que pone en
riesgo el acceso a bienes y servicios esenciales, la recuperación económica y
la creación de empleo intensificando los problemas de desigualdad y pobreza.
Ante
este escenario es urgente que el Gobierno de España y la Unión Europea actúen
de forma contundente. Tienen la obligación de desplegar todas las iniciativas
que sean necesarias para poner fin a esta escalada de los precios, para atajar
comportamientos especulativos y para proteger y dar seguridad al conjunto de la
ciudadanía.
Las
organizaciones sociales que suscribimos este manifiesto exigimos a las
autoridades públicas que:
-
Cambien el irracional sistema marginalista de fijación del precio de la
electricidad, controlando alzas desmesuradas, y topen el precio máximo del MWh
en la subasta porque no puede ser que los precios del gas marquen el precio de
la electricidad que se genera a través de otras tecnologías más baratas.
-
Pongan fin a los beneficios extraordinarios y abusivos de las empresas
eléctricas y de hidrocarburos que venden productos a precios de futuras
materias almacenadas y aprueben medidas contra la especulación de los precios
de los productos básicos, porque mientras la gran mayoría sufrimos esta
situación no puede ser que haya quien saca tajada de la desgracia.
-
Aceleren las inversiones para reducir la dependencia energética externa y
fomenten el uso del transporte público, porque necesitamos ganar autonomía
estratégica en el ámbito energético.
-
Protejan a la ciudadanía y las familias, la solidaridad es la base del modelo social
europeo, que debemos cuidar y extender.
-
Apoyen a los sectores productivos que más energía consumen, porque debemos
proteger nuestra industria, nuestra agricultura y ganadería, nuestra pesca, o
el papel vertebrador del transporte en toda la cadena de valor de la actividad
económica, y los empleos que generan, que han demostrado ser, entre otros, unos
sectores absolutamente estratégicos para nuestro futuro.
-
Activen el mecanismo RED para evitar despidos porque es necesario proteger el
empleo, así como llegado el caso mecanismos similares para los autónomos.
-
Controlen los precios de los alquileres evitando que se revaloricen con el IPC,
porque tener una vivienda en la que poder vivir es una necesidad, no un lujo.
Asimismo, llamamos a la movilización del conjunto de la ciudadanía el próximo día 23 de marzo en el conjunto del Estado, para exigir al Gobierno de España y a la Unión Europea que actúen para contener la escalada disparatada de los precios, proteger el empleo y frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida.