Corría los primeros días del año de 1958, es cuando la prensa, primero la de Sevilla y luego la de Huelva, publican el nombre de la playa de Mazagón con la siguiente noticia:
El señor Ministro de Agricultura autoriza la cesión de un terreno para la construcción de un Gran Hotel en Mazagón.
Estará terminado para el Congreso que celebrará la Unesco, el próximo año de 1959, en La Rábida.
Todo se debe a la gestión de los “Amigos de la Costa Blanca”.
Mazagón en 1958/Pinceladas de la historia de Bonares
Todo esto se debe cuando se repite un tema inspirado siempre por un noble propósito, lo que mayormente se pretende es su propagación y robustecimiento con miras prácticas, entonces, lejos de reputársele por machaconería molesta, debe ser tenido cual reiteración obligada, como obliga todo aquello que tiende y procura el mejoramiento de las cosas. Razonemos un poco con filosofía barata, para justificar las insistentes actividades de nuestra pluma sobre el tema que motiva este trabajo. Ciertamente, perdimos, la cuenta de las veces que nos empleamos en cuestiones encauzadas hacia el turismo local. Hoy es una de tanta.
Nos referimos concretamente—como ya anunciamos días atrás en la prensa—sobre la primera actuación pública de la Asociación de los “Amigos de la Costa Blanca”, con motivo de una entrevista habida por sus miembros rectores con el Ministro de Agricultura. Más explícita que nosotros es la nota entregada a dicho ministro, cuyo escrito copiamos a la letra para cabal inteligencia de su texto y de cuánto a través del mismo se interesa. Dice así:
“La Asociación de Amigos de la Costa Blanca”, integrada, a más de los alcaldes de los Municipios del litoral, comprendidos entre los ríos Tinto—Odiel al Guadiana, por el Monasterio de Santa María de la Rábida y Universidad del mismo nombre y otras destacadas personalidades, tiene por fin hacer de aquellos bellos parajes, lugares de atracción turística y cultural. Antes del año de su actuación, ha conseguido que la UNESCO haya convocado un Congreso Hispano Americano para el próximo año de 1959.
Así pues, el principal problema, no solo de al Asociación sino de los Municipios de Palos de la Frontera, Moguer, Huelva, Cartaya, Lepe, Isla Cristina y Ayamonte, es el de dotar de alojamiento a los congresistas y su séquito, así como, y con carácter permanente, a los innumerables turistas que acuden cada año por aquella comarca. Afanosos de dar solución a estos alojamientos, se ha conseguido interesar al capital privado, integrado por Sociedades Inmobiliarias, que ya han solicitado, como “Ciparsa”, se les permita construir un Gran Hotel en “Mazagón” y villas de verano, para, mediante un bien trazado plan urbanístico, construir la gran ciudad residencial de “Mazagón”, como primera fase del gran programa de construcciones turística en el litoral de la Costa Blanca de España.
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