La planta piloto presentada en el VIII Congreso Internacional de los Frutos Rojos puede llegar a suponer hasta 50 hectómetros cúbicos a bajo coste
22 junio 2023
La Comunidad de Regantes Palos de la Frontera ha mostrado su apoyo al proyecto pionero de desaladora en profundidad que se pretende poner a cabo en terrenos del Puerto de Huelva y que podría aportar una importante inyección de agua al sistema de riego y afrontar así los problemas de sequía actuales.
La presentación de este proyecto se llevó a cabo durante una de las jornadas técnicas del VIII Congreso Internacional de Frutos Rojos en una mesa redonda moderada por el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez y en la que intervinieron el gerente de la Comunidad de Regantes de Palos de la Frontera, Fernando Sánchez; el representante de la Junta Directiva de Freshuelva en la Comisión de Agua, Enrique Molina; y el director técnico de Tempero, Manuel Lahuerta, responsable del proyecto piloto.
Se trata de “un plan B” para afrontar los problemas de agua de la provincia y para el que ya existe una comisión de trabajo y cuenta con el apoyo de la Autoridad Portuaria de Huelva, que es donde se ubicaría el proyecto debido a que se encuentra cerca del Anillo Hídrico para inyectar el agua resultante al sistema general del Tinto-Odiel-Piedras. Cuenta además con el apoyo de todas las Comunidades de Regantes de la provincia.
El sistema es innovador en el sentido de que trata de buscar la obtención de un recurso “inagotable” como es el agua de mar, con unos costes muy reducidos ya que mientras que las desaladoras tradicionales necesitan mucha energía para generar la presión suficiente para la desalinización del agua, en este caso, el proceso de la ósmosis inversa necesaria para desalar el agua de mar se realizaría a través del llenado de un pozo costero de 400 metros de profundidad, de forma que la presión natural de la propia columna de agua haría pasar el agua a través de las membranas sin costes energéticos.
Por otra parte, la energía que se demande para bombear el agua desalada hasta la superficie se podría solventar mediante una pequeña instalación de placas fotovoltaicas para no gravar el precio del agua.
El proyecto piloto, según los responsables, “tampoco conlleva incidencias significativas medioambientales” ya que la “salmuera que se devuelve al mar estará bastante diluida”, y su mayor ventaja es la “rapidez con la que se podría poner en marcha esta experiencia piloto ya que mientras que la construcción de una desaladora convencional podría llevar hasta tres años, la perforación de una desaladora en profundidad y la colocación de los filtros necesarios se podría completar en seis meses.
En total, los responsables del proyecto calculan que se podrían llevar a cabo varios proyectos que supondrían hasta 50 hectómetros cúbicos para el sistema general aunque se trata de una fórmula “modulable” en función de las necesidades del regadío.
No obstante, durante su intervención, Fernando Sánchez quiso dejar claro que se trata de un proyecto para “complementar las infraestructuras que llevamos años reivindicando y no una solución por sí sola” y que por tanto hay que seguir luchando por proyectos como la presa de Alcolea, o la captación del Bocachanza además de estudiar otras opciones como las aguas regeneradas.
Del mismo modo, Sánchez ha indicado que en las Islas Canarias llevan desalando agua desde 1974 y que hoy por hoy “este territorio sin ríos es totalmente autosuficiente en materia de agua y que cuenta con una agricultura potente basada en las desaladoras ya que “aunque el precio del agua se encarece, los agricultores tenemos claro que el agua más cara es la que no se tiene”.
Con este sistema, las estimaciones de precio, no obstante, se reducirían mucho respecto a los de una desaladora convencional y calculan que se podría obtener a unos 40 céntimos el metro cúbico.
La ósmosis inversa es un proceso mediante el cual se purifica una muestra de agua eliminando las partículas en suspensión. La tecnología ósmosis inversa es un tipo de tratamiento físico-químico que copia a la naturaleza para eliminar impurezas del agua, haciéndola pasar a través de unas membranas semipermeables.