Marcos Toti lamenta el daño reputacional para los frutos rojos onubenses y se ofrece a colaborar en los acuerdos de futuro
El coordinador provincial de Izquierda Unida en la provincia de Huelva, Marcos Toti, ha celebrado el freno del Gobierno de la Junta de Andalucía a la Proposición de Ley que pretendía amnistiar a los regadíos “ilegales” en el entorno de Doñana y asegura que ha sido la “presión social y política” la que “le ha abierto los ojos por fin a un obtuso Moreno Bonilla” que ha desatendido durante meses el clamor de la ciudadanía, los partidos políticos y las instituciones internacionales como la UNESCO, la Unión Europea o la NASA.
La propuesta del Gobierno Central para llegar a un acuerdo y abrir una tercera vía de diálogo “es la más sensata” y sienta las bases para planes de desarrollo en la zona del Condado de Huelva en lugar de avocarnos a un conflicto que se iba a dilatar en los tribunales, ya que la aprobación de esta medida por parte de la Junta de Andalucía acabaría en el Tribunal Constitucional.
No obstante, Marcos Toti ha lamentado que tras 21 meses de enfrentamiento con una medida a todas luces “inviable por la sequía” y que solo buscaba “la confrontación social”, el inicio de acuerdo llega “tarde” para la imagen de la Marca Huelva y el daño reputacional para los frutos rojos de la provincia.
Cabe recordar en este aspecto que la Plataforma Salvemos Doñana (de la que forma parte Izquierda Unida junto a organizaciones como WWF, SEO/Birdlife, Ecologistas en Acción y la Asociación de Agricultores Puerta de Doñana entre otros) han alertado en numerosas ocasiones sobre los “peligros” de esta Ley que llevaba a Doñana a una situación de posible pérdida de su calificación como Patrimonio de la Humanidad, especialmente en la situación de sequía que ha llevado al parque Nacional a su peor estado de conservación en décadas.
Toti ha remarcado que con este freno a la Ley se pone de manifiesto que desde el Partido Popular se habían creado unas falsas expectativas en el entorno del Condado de Huelva de promoción de empleo agrícola que, dada la situación actual no era más que “un cuento de la lechera” puesto que el problema no es de licencias, si no de escasez de agua”.
Para Toti, Moreno Bonilla “se había metido en un callejón sin salida al intentar perpetrar este atentado medioambiental” y ha pedido que a partir de ahora se tenga en cuenta la voz del Consejo de Participación de Doñana, para intentar sacar de “la crisis inducida” a la mayor joya natural de España.