La bicicleta ha tenido
un auge muy significativo en los últimos años como uso recreativo y medio de
transporte. Los carriles bici, tanto urbanos como interurbanos, están
proliferando cada vez más, y aunque no es obligatorio circular por ellos; salvo
que lo indique la señal R-407a, establecida en algunos municipios, la Dirección
General de Tráfico y los ayuntamientos recomiendan a los ciclistas que utilicen
estos carriles con el fin de evitar accidentes y fomentar al mismo tiempo la
movilidad sostenible y saludable.
Sin embargo, la gran
mayoría de estas infraestructuras, sobre todo las interurbanas, se olvidan por
parte de las administraciones poco después de su inauguración, abandonando su
mantenimiento y conservación, como es el caso del carril bici Palos-Las
Madres.
Este carril que discurre
junto a la A-494, entre Palos de la Frontera y Mazagón, y en concreto el tramo construido
por la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía en 2015, que
va desde el kilómetro 19 hasta el poblado de Las Madres, es una peligrosa
jungla no recomendable ni al más aventurero.
Esta infraestructura
que en su día fue concebida para mejorar la seguridad de ciclistas y peatones,
hoy en día está muy lejos de garantizar ese objetivo. De nada sirve ejecutar
una obra de estas características si luego no se mantienen en perfecto estado.
Conviene recordar que la construcción de este tramo supuso un coste de 300.000
euros.
Son muchos los
ciclistas y peatones que utilizan esta vía para desplazarse a los invernaderos
freseros existentes en la zona o hacia Mazagón para realizar compras y otras
gestiones, teniendo que sortear los numerosos peligros que se encuentran en el
camino. Siempre ha estado en unas pésimas condiciones: trechos casi cegados por
la vegetación y la maleza, camuflando las entradas y salidas de las
fincas, acumulación de basura y pavimento totalmente cubierto por la pinocha de
los pinos. Ahora, después del último temporal de viento está prácticamente
intransitable, siendo necesaria una rápida actuación de la administración
competente para garantizar la seguridad de los usuarios.
Sería triste pensar que el abandono de su mantenimiento es por falta de presupuestos, ya que supone una inversión muy pequeña en comparación con los presupuestos que se destinan anualmente a otros asuntos menos necesarios. Invertir en un carril bici es invertir en seguridad, tanto en beneficio de los ciclistas como de los automovilistas.
José Antonio Mayo Abargues