En el singular espacio histórico del coro alto del monasterio de Santa Clara se inaugura mañana jueves la exposición pictórica “Mons Urium” del moguereño Pedro Rodríguez, uno de los artistas más importantes del panorama estético andaluz, que se suma a la conmemoración del regreso de la Niña a Moguer y la rememoración del Voto Colombino con una cuidada selección de obras que nos acercan, desde la sensibilidad y el dominio de la técnica de este verdadero maestro de la luz y el color, a los paisajes y monumentos de la ciudad más vinculados a la gesta colombina.
MONS URIUM
“Mons Urium”, Monte de Oro, era el nombre que los romanos dieron a Moguer,
y es también el título de la exposición con la que los mágicos pinceles de
Pedro Rodríguez nos acercan a ese momento de la historia que uniría ya por
siempre a su ciudad con la que fue, sin duda, una de las grandes aventuras de
la humanidad.
La muestra tiene además el enorme valor añadido de realizarse en el
magnífico recinto del coro alto del monasterio de Santa Clara con una
impresionante vista del retablo barroco de la iglesia, un monumental espacio
cargado de historia que acoge por vez primera una propuesta artística de este
tipo, lo que convierte a Mons Urium en una cita ineludible tanto para los
aficionados a la pintura como para los amantes de la historia
Se trata de una treintena de trabajos recopilados por el artista para la ocasión, en los que son protagonistas desde las marismas de la ribera del Tinto en la que se construyó y botó la carabela Niña, hasta los médanos y playas de Mazagón que surcaron las naves descubridoras hace más de 5 siglos, pasando por los pinares que abastecieron de madera los astilleros moguereños, monasterios llenos de referencias históricas como Santa Clara o San Francisco, o el propio centro urbano de Moguer que mantiene la misma estructura y sabor que en la época del descubrimiento.
Utilizando el óleo y el acrílico sobre lienzo como principales
herramientas, además de técnicas mixtas e incluso algún trabajo escultórico,
Pedro Rodríguez nos regala toda una explosión de emociones y sensaciones cuya
temática es definida así por el propio autor: “A la verticalidad misteriosa
del pinar se contrapone la amplia llanura horizontal de espejo y sal de la
marisma, cabezos de vegetación anárquica, una campiña de suaves ondulaciones y
ese médano, paisaje único chorreando dorados a la mar. Eso, también el mar, la
mar y un río singular que desde la úlcera minera sangra hasta aquí, donde se
hace azul y ancho para morir abrazado al océano”.
“Mons Urium” se inaugura el jueves 14 de marzo a las 19 horas, y podrá visitarse hasta el 6 de abril en horario de 11 a 14 y de 17 a 20 horas, de martes a sábado. El acceso a la exposición se realiza a través del Claustro de las Madres con entrada por la puerta del Compás.
EL ARTISTA
Pedro Rodríguez es sin duda una de las grandes referencias de la pintura
onubense del último medio siglo, un autor conocido y reconocido por la crítica
que, desde su formación autodidacta, ha construido con exquisita sensibilidad y
un notable esfuerzo investigador, una de las obras más auténticas y atractivas
del momento, una obra en constante evolución pero tamizada siempre de ese
sentido de trascendencia que tiene toda su pintura, porque la pintura de Pedro
Rodríguez impacta, emociona y nos permite elevar nuestro espíritu con la magia
de sus colores, de su luz y sus paisajes.
El Doctor en Historia del Arte, Jesús Velasco, se refiere a los paisajes
de nuestro autor como “una sensación de esencias. Y de luchas rigurosas y
sentidas. Solo le interesa lo mínimo, que es tanto; aquello, en forma de
caricia, pellizco inspirador, que determina lo máximo de lo mínimo. Y lo mínimo
que se hace máximo, es mágico. Y casi siempre fue así. Es así. Es Pedro
Rodríguez.”
Desde su primera exposición en 1971, este autor moguereño ha recorrido con
su obra las mejores salas de España, y ha llevado la fuerza expresiva de sus
cuadros a países como Italia, Francia, Bélgica, Venezuela o incluso China,
participando en foros artísticos tan importantes como ARCO en Madrid o New Art
en Barcelona.
La calidad y singularidad de su producción pictórica se ha traducido
también en numerosos galardones como el Premio Vázquez Díaz o los primeros
premios de los concursos nacionales de Ayamonte y Gibraleón, por citar solo
algunos de los reconocimientos a una obra que está repartida en colecciones
privadas y públicas de Europa y América.
Enamorado de los paisajes y monumentos de su pueblo, y admirador
impenitente de la poesía juanramoniana, Pedro Rodríguez ha sabido evolucionar “desde
una primera etapa más figurativa, hacia una abstracción punzada de lirismo”
en palabras del gran literato Carlos Murciano.
El reconocido crítico y profesor de Historia del Arte, Bernardo Romero,
nos da también varias claves de la pintura del moguereño al afirmar que “cuando
Pedro Rodríguez baja a la ribera o a la playa desde el alto en el que Moguer
recibe la brisa del cercano mar, tiene la intención de apoderarse de las formas
de un médano, de la curvatura de un tronco ajustada a los vientos del suroeste,
o captura el olor a sal y el color del río que va virando desde los violetas
hasta el oro puro. Es la búsqueda del placer a través de la experiencia, del
conocimiento”.
Y
es precisamente esa capacidad del artista de tamizar la realidad que lo
circunda para dotarla de espiritualidad y belleza la que protagoniza la
exposición “Mons Urium”, esta muestra que Pedro ha preparado con todo su cariño
para ensalzar con su pintura la estrecha relación de Moguer con América a
través de los siglos.