Arroyo de La Rocina. Foto del archivo de Mazagón Beach
9 de abril, 2024
Según Ecologistas en Acción-Andalucía, los 150 litros por metro cuadrado caídos en la última semana deberían haber supuesto la inundación masiva de la marisma del Parque Nacional, pero la realidad es que el encharcamiento es muy superficial debido a que ni el Guadiamar entra con suficiencia, ni La Rocina aporta lo que debería.
“Las lluvias hubiesen sido un alivio importante a la situación de sequía que atraviesa el Espacio Protegido de Doñana si hubiesen estado acompañadas de un nivel de extracción de aguas subterráneas más sostenible. Se precisan ya restricciones en las extracciones, que permitan la recuperación del acuífero, sin la que la situación irá a peor, con pequeñas mejorías que sólo anuncian la agonía final”.