Un equipo científico liderado por la Estación Biológica de Doñana - CSIC ha analizado el papel de este díptero como vector de patógenos de la malaria aviar
El estudio apunta a la preferencia del mosquito tigre por alimentarse de mamíferos como una de las posibles causas de la baja relevancia en la dispersión de la enfermedad
Mosquito tigre (Aedes albopictus) // James Gathany, CDC
27 de julio, 2024
A pesar de su relevante papel en la transmisión de algunas enfermedades en humanos, el mosquito tigre no parece estar tan involucrado en la transmisión de la malaria aviar. Son las conclusiones de una reciente revisión científica publicada en la revista Animals en donde se analiza el impacto del mosquito Aedes albopictus, conocido popularmente como el mosquito tigre, en la transmisión de parásitos de la malaria aviar. En esta revisión, llevada a cabo por un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana-CSIC, la Universidad de Granada y el “Nature Research Centre” de Lituania, se destaca la expansión de la distribución del mosquito tigre a prácticamente todos los continentes y la posible alteración de las dinámicas de transmisión de patógenos que afectan a la fauna silvestre. Este trabajo se enmarca en el contexto de la COST Action europea WIMANET.
El mosquito tigre, nativo de Asia, es una especie invasora con una amplia distribución en la actualidad. Además de sus molestas picaduras, este mosquito representa un problema en salud pública ya que es vector de patógenos que causan enfermedades en humanos, como el dengue o el Zika. El cambio de su área de distribución posibilita la trasmisión de estas enfermedades en las áreas invadidas, donde la mayoría de los estudios se han focalizado en aquellas que afectan a las personas. Sin embargo, su rol en la transmisión de enfermedades como la malaria aviar, que afecta a las aves silvestres, está escasamente estudiado. El equipo científico se propuso revisar la información disponible con el fin de esclarecer el rol del mosquito tigre como vector de estos parásitos.
Los estudios revisados, que monitorean la presencia de parásitos de la malaria aviar en mosquitos capturados en la naturaleza mostraron la existencia de una tasa de infección muy baja, lo cual sugiere que, aunque el mosquito tigre es capaz de interaccionar con estos parásitos, su papel como transmisores de los mismos en la naturaleza es limitado. “Planteamos que probablemente sea debido a su tendencia a alimentarse principalmente de la sangre de mamíferos, y no tanto de aves”, explica Jesús Veiga, investigador de la Estación Biológica de Doñana – CSIC y primer autor del artículo. No obstante, el número de estudios que exploran esta posibilidad es reducido y, a escala global, sólo se han desarrollado en unos pocos países de la actual distribución de este mosquito invasor. Seguir leyendo