25 de julio, 2024
Los responsables de este vertido son unos indeseables a los que les importa un pepino el medio ambiente, el prójimo y hasta su propia salud.
Saben que los residuos de las sentinas y de los depósitos de detritos hay que llevarlos a una instalación portuaria para su posterior tratamiento, pero les da igual, lo más fácil es vaciarlos al mar. Conviene recordar que esta práctica está prohibida por la legislación nacional e internacional y castigada con importantes sanciones que pueden alcanzar los 200.000 euros.