Impulsan campañas de concienciación para dar a conocer los riesgos del contacto con la oruga procesionaria
Oruga procesionaria.// Getty Images/iStockphoto.
FUENTE: HUFFPOT
Por Susana Pérez de Pablos
Publicado el 14 de agosto,2024
Con el calor del verano, en algunos lugares de España, como en las Islas Baleares, los responsables de la lucha contra la oruga procesionaria han impulsado campañas de concienciación a través de folletos informativos para dar a conocer los riesgos de tener contacto directo con esta peligrosa oruga, haciendo especial incidencia en islas como Ibiza o Formentera, después de darse casos de personas y animales, como perros, que han tenido que ser atendidos en diversos hospitales tras tocar un ejemplar de procesionaria.
Este problema empezó ya el pasado invierno y se volvió más agudo en primavera por las elevadas temperaturas, que están acelerando el ciclo de vital de muchas especies. De forma que ya en invierno fue detectada la llegada temprana de la oruga procesionaria en zonas como Murcia o Menorca. Estas orugas suelen nacer en octubre y pasan los meses más fríos del año hibernando. Pero las condiciones climáticas poco usuales han hecho que las orugas se desarrollen antes de tiempo y bajen de los árboles.
Esta situación lo que hace es aumentar el riesgo de que se produzca un contacto, tanto de las personas como de animales como los perros con estas orugas, que al tener contacto con ellas producen en la piel humana efectos urticantes pero, en el caso de los animales, puede provocar incluso la muerte del animal.
La procesionaria, que si sigue su ciclo normal, posteriormente se transforma en mariposa, sin embargo, si se siente amenazada desprende el pelo que cubre su cuerpo y que contiene una sustancia tóxica que, en el caso de los perros, puede provocarles reacciones alérgicas, complicaciones respiratorias y problemas oculares.
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