LOS GORRIONES DE CHINA
La historia de un país que no hace demasiado tiempo inició una guerra contra el gorrión que acabó provocando una hambruna atroz entre la población.
Algunos de los carteles de la época para animar a la población a acabar con los gorriones
27 octubre 2024
China, 1959. Mao se convirtió en el primer presidente de la República Popular de China. Uno de los objetivos más importantes que se propuso nada más llegar al poder fue el de transformar el país, eminentemente agrícola, en una potencia industrial.
Todas las medidas que introdujo tuvieron muchas consecuencias en la vida de las personas, pero también en la del gorrión.
Para Mao, las aves eran “los animales del capitalismo" y los gorriones en particular eran considerados los principales enemigos. Su delito: comían demasiado grano.
De esta sencilla idea partió el plan de exterminio del gorrión en China.
Mao aprobó una ley que instaba a los ciudadanos a participar en la caza de gorriones: se destrozaron los nidos y los huevos, asesinaron a cada gorrión que encontraban y los perseguían haciendo ruido con sartenes y cazos hasta que caían agotados.
No hay cifras exactas pero se calcula que al menos se mataron más de 600 millones de gorriones.
Lo que nadie se imaginó es lo que llegaría después.
Al cabo de un año, China se dio cuenta de que estas aves no solo se comían los cultivos, sino también las plagas, como las langostas.
Sin gorriones para frenar la creciente población de insectos, las langostas invadieron el campo provocando que la producción agrícola de ese año fuese desastrosamente baja.
Y a la baja producción le siguió una terrible hambruna que provocó millones de muertes humanas.
La crisis fue tan grande que la República Popular China tuvo que importar 250.000 gorriones de la Unión Soviética para detener la plaga.
Desde luego que el problema no terminó ahí: la industrialización desaforada provocó un abandono total del campo y se llevó a cabo una deforestación masiva.
De todo esto han pasado más de 60 años pero la lección es vital: los gorriones forman parte de un ecosistema mucho más grande del que dependemos todos y todas.
Protegerlos a ellos, proteger las aves y la naturaleza, es proteger la vida que nos sustenta, eso es lo que nos mueve en SEO/BirdLife y por lo que trabajamos cada día.